Si se está taladrando al niño con el
lenguaje, o tiene uno o dos adultos que lo hacen gatear, o hacer repetidamente
cierto rango de movimientos o ejercicios de elongación en un brazo espástico,
ten por cierto que cuando se haga mecánicamente y con excesiva repetición,
dichas actividades apagaran muy rápidamente su Interruptor del Aprendizaje.
Cuando esto sucede, los ejercicios o rutinas tenderán a afianzar más los
patrones existentes de limitación, incomodidad, miedo, ansiedad, y el deseo de
escapar de la experiencia displacentera.
La repetición es buena sólo
cuando tu niño ya haya descubierto como hacer algo bien que no podía hacer
antes. Cuando esto suceda él repetirá esta acción espontáneamente, una y otra
vez, disfrutando de sí mismo, y en el proceso, arraigando el nuevo patrón
exitoso con sentimientos de placer y logro. Esto es lo que todos los niños
hacen. Hasta ese momento, en vez de repetir lo mismo una y otra vez, esperando
tener un resultado diferente para tu niño, ¡detente! Luego comienza a aplicar
los Elementos Esenciales. Comienza con Variación, Objetivos Flexibles, y
Entusiasmo, que son antídotos excelentes para la repetición excesiva. Estarás
encendiendo su Interruptor del Aprendizaje.
Si el
aprendizaje no se está dando… deja lo que estás haciendo; no está funcionando.
…………………………………….………………………………………….